Todo el mundo lo sabe, el Zoraya engancha.

Este es el dicho que se escucha constantemente de puertas para adentro en el restaurante tablao, no puede ser de otra forma teniendo en cuenta el buen ambiente que existe entre los compañeros… ¿Qué digo compañeros? Familia, mejor.

Pues como en toda casa del vecino, en Jardines de Zoraya tenemos al que canta, al que baila, al que cocina, al gracioso, al serio… Esta es una de las cosas a destacar del restaurante, y es que cada persona aporta su granito de arena para que el lugar funcione y nuestros clientes se sientan parte del grupo. Da gusto visitar este establecimiento y experimentar una velada inolvidable.

Tampoco podrás olvidarte de los platos que elijas. En este artículo vamos a hablar de la cocina, compuesta por cocineros de todas las partes del mundo. Tenemos compañeros de Argentina, Camerún, Hungría, Francia y, por supuesto, España. Esta diversidad de nacionalidades también se nota en los platos que con mucho esmero preparan cada día nuestros chefs. Éstos, reflejan en sus creaciones su propia personalidad. Si a los empleados nos vendaran los ojos y tuviéramos que catar sus platos sin más sentido que el gusto, sabríamos distinguir rápidamente quién ha preparado cada uno.

Existe esta diferenciación, pero también la homogeneidad. Aunque cada cual tiene su especialidad, como los platos tradicionales, otros nos deleitan con platos vanguardistas y otros con exquisitos postres, todos nuestros cocineros se adaptan, y gracias a su experiencia y profesionalidad, pueden preparar todo tipo de comidas.

Lo interesante de una cocina internacional reside en que cada cocinero sabe preparar recetas únicas típicas de su país de origen, pero también es un valor añadido el haber viajado y haberse formado en otras naciones.

Esto es Jardines de Zoraya, un lugar al alcance de tu mano en el que podrás deleitarte con platos deliciosos, creados con cariño y pensados para satisfacer a los paladares más exigentes.

Después de visitarnos, entenderás por qué el Zoraya engancha.

Cristina O.